Para que el ají no pique mucho, ponemos los ajíes que queremos utilizar en una olla (despepitados y sin venas) y le agregamos agua que los cubra, luego añadimos unas cucharaditas de azúcar (para 5 ajíes grandes: más o menos 2 a 3 cucharaditas rasas) y lo llevamos al fuego hasta que rompa el hervor, dejamos unos segundos y luego retiramos del fuego, botamos el agua y repetimos este proceso 1 a 2 veces más o la cantidad de veces que sea necesaria, dependiendo cuánto picor queramos quitarle.
Para cuando queremos mantener solo el sabor a ají y eliminar todo picor (para utilizar en comidas por ejemplo) debemos repetir el proceso por 4 o 5 veces.
Este procedimiento puede aplicarse también en el caso del rocoto, para hacer una salsa de rocoto o para hacer rocotos rellenos, sólo que en este caso tenemos que poner a hervir los rocotos despepitados y sin venas.
Espero te sirva, pero siempre es mejor la vida con un toque picante porque así es más sabrosa! ;)
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